La base de la sociedad actual es el desarrollo económico, todo en la actualidad gira en torno a ello, la producción de alimentos, por ejemplo, donde lo que es realmente importante es obtener la mayor cantidad de alimentos, que se conserven más, que sean estéticamente apetecibles y sobre todo que se creen demandas altas de los mismos para que la economía prospere.

Pero ¿qué hay detrás de todo esto?; un simple interés en vender más y “mejor”, para lo cual se implementan alimentos genéticamente modificados, fumigaciones de alto riesgo para la salud del ser humano.

Así es que, una huerta en casa es la forma más fácil, económica, productiva y saludable para cultivar y obtener nuestros propios vegetales y frutas. Adecuar un espacio en casa es algo que puede parecer tedioso y difícil, pero no es más que un imaginario que se ha construido con el pasar de los años, desde el espacio necesario hasta los cuidados que se necesitan hacen más fácil de lo que parece tener una huerta propia.

Sabemos que estamos consumiendo, es decisión propia cuidar lo que cultivamos de manera natural, sin necesidad de fertilizantes y pesticidas que afectan tanto nuestra salud, como nuestro entorno, al mismo tiempo ayudamos al planeta disminuyendo la demanda de alimentos y al mismo tiempo el desaprovechamiento de los mismos.

Finalmente, también tiene ventajas para el desarrollo humano, ya que se afianza la conexión que al pasar del tiempo todos hemos perdido con la tierra, se crean nuevos lazos en familia, se adquiere un mayor sentido de la responsabilidad tanto para adultos como para niños.

En esta sociedad acelerada, las actividades que implican contacto directo con la naturaleza han demostrado ser efectivas para controlar niveles de ansiedad y estrés, ya que requieren paciencia y dedicación constante. ¡Así que a sembrar en casa!